jueves, 28 de septiembre de 2017

POR ESPAÑA Y SOLO POR ESPAÑA

España es una realidad histórica anterior y superior a cualquier ley civil o Constitución, ideología, partido o forma de gobierno.

Recortes de los monarcas con una bandera de España de fondo

Lo que se juega en Cataluña estos días no es la democracia, ni la Constitución, ni un modelo de ordenación del territorio, ni la monarquía. Se juega la unidad de España. Una España que nace con el rey Recaredo y se rehace con los Reyes Católicos. Algunos españoles –sé que pocos, pero el número no constituye un criterio para juzgar acerca de la verdad y la razón de una afirmación- creemos que la Constitución Española de 1978 no sólo no es el remedio sino que es una de las causas de la consolidación y propagación del separatismo en España.

Por su inexactitud conceptual (el reconocimiento de nacionalidades que no existen como tales); porque instaura un Estado de la autonomías que concede a las regiones competencias que nunca debieron haber tenido; y porque, consecuente con la ideología liberal relativista, permite la existencia legal de partidos cuyo propósito principal es destruir España, algo que han ido haciendo en sus respectivas comunidades autónomas, allá donde han gobernado y, asimismo, en el Congreso de los Diputados, chantajeando a gobiernos sin mayoría absoluta, ofreciendo su apoyo a cambio de beneficios en pro de sus objetivos separatistas.

Por ello, convocar a los españoles para manifestarse a favor de la unidad territorial de España y, al mismo tiempo, para apoyar la Constitución, es un contrasentido. Como bien decía Vázquez de Mella, refiriéndose a los liberales, es poner tronos a las premisas y cadalsos a las consecuencias.

Pero es también, sin lugar a dudas, una forma de excluir a algunos españoles (los no partidarios de la actual Carta Magna) de esa convocatoria.

Se trata, en definitiva, de otra forma de separatismo.

¿Imaginan convocar una manifestación a favor de la unidad de España y en apoyo del socialismo, o del liberalismo, o del PP, o de Podemos…?

¿Por qué unir o mezclar la defensa de la integridad de España (que es una realidad histórica indiscutible) con la ideología, o el partido, o el modelo de Estado o Constitución que cada uno pretenda defender (que son cuestiones mudables, discutibles, opinables y en algunos casos moralmente condenables)?

Unámonos para defender la unidad territorial de nuestra Patria, que es lo que peligra ahora mismo, y dejemos a un lado, en este momento, las disputas sobre el modelo de España que cada uno desea.

José María Permuy Rey