Artículo de Antonio Burgos publicado en ABC.
Al San Juanito le dio un aire
Puedes decir que a Lorca lo fusilaron los fascistas, pero no que al San Juanito de Miguel Ángel lo machacaron los rojos
Muchas cofradías andaluzas con siglos de
historia celebran ahora los 75 años de la bendición de su Cristo o de su
Virgen. ¿Cómo hermandades tricentenarias dan culto a imágenes tan
recientes? Muy sencillo: porque sufrieron en 1936 las llamas
iconoclastas. No a manos de las milicias improvisadas para plantar cara
valientemente a los militares alzados en armas contra el Gobierno, sino
de las hordas que creían que quemando iglesias y asesinando curas y
votantes de la CEDA defendían mejor al Frente Popular. Esto fue así,
aunque haya tanta cobardía para recordarlo, como hago ahora contra la
Dictadura de la Memoria Histórica. En España puedes decir que a Lorca y a
Blas Infante los fusilaron los fascistas en 1936, pero no que al San
Juanito de Miguel Ángel lo machacaron los rojos en Úbeda, como quemaron
San Román o San Marcos en Sevilla. En muchos programas cofradieros estoy
harto de leer que tal Cristo o Virgen, sustituidos luego por réplicas
de Illanes o Castillo Lastrucci, «se perdieron en los sucesos de 1936».
Vamos, que hablan de una Virgen «perdida en 1936» como el que se deja
olvidado el paraguas en un taxi...