martes, 20 de diciembre de 2016

LA ABSOLUCIÓN DE RITA MAESTRE ABRE LA VEDA CONTRA LO CATÓLICO

Rita Maestre fue en su día condenada porque la llevó a los tribunales Alternativa Española, AES. La misma prensa que silenció su condena, hoy la jalea por su absolución. Esta es la supuesta libertad de información de la que presumen los medios que se llaman a sí mismos, de información y que no son otra cosa, que de intoxicación.

imagenes de Rita Maestre en el asalto a la capilla

Sabemos de sobra que un juez honrado no tiene el don de la infalibilidad pero sí puede tener certeza moral, cuando dicta sentencia.

Si los argumentos de este juez que ha absuelto a esta mujer, llamada “asaltacapillas”, no fuesen tan flojitos, no diríamos nada; pero son tan débiles que, da para pensar que son más propios de un comisario político que de un juez.

Con esta sentencia, sin ninguna duda, queda abierta la veda para el insulto y la profanación de todo lo católico.

Le voy a preguntar a este juez: ¿Qué nos pasaría si un día entrásemos en la sala,- donde él esté celebrando un juicio,- desnudos de cintura para abajo, enseñando nuestros atributos y gritando, ¡la justicia es una m…!  ¡la justicia es un cachondeo! ¡ arderéis como en el 36!?

Porque según su sentencia, sería libertad de expresión; ¿seríamos absueltos o condenados severamente? Yo me inclino por lo segundo; nada menos que hubiéramos profanado el “templo” de la magistratura.

Pues lo mismo hizo esta energúmena; profanar el TEMPLO,-con mayúsculas,- donde se encontraba nada menos que el mismo Dios, hecho Hombre.

La sentencia de este juez, comisario político o lo que sea, es inapelable, o sea que no se puede recurrir a otro tribunal superior. No se ha atrevido a condenar en costas a Alternativa Española, lo cual demuestra más a las claras que su sentencia ha sido arbitraria. ¡Claro, hay que guardar ciertas formas para que no se note tanto!

Por último, decirle, que el juicio que es verdaderamente INAPELABLE es el juicio de DIOS, después de la muerte de cada uno; aunque Dios es infinitamente misericordioso, también es infinitamente justo y allí no habrá componendas, ¡Que Dios le perdone o se lo demande!

Ricardo Pascual.