En el año 2016, Dios, irritado por los pecados del mundo, visita a Noé y le dice: “Construye un arca, reúne una pareja de cada especie viviente y a los pocos fieles de tu familia, antes de que envíe la lluvia, 40 días y 40 noches”. Seis meses más tarde, Dios mira de nuevo la tierra y del arca no hay nada. Le dice Dios riñéndole: “Noé, no veo el arca, ¿qué has hecho?
“Perdóname Señor, pero los tiempos han cambiado.-- Tenía necesidad de un permiso del Ministerio de construcción. Es necesario tener paciencia, puede durar unos años. --Durante este tiempo, mis vecinos se han reunido en asamblea porque construyendo un arca en mi patio, yo iba a taparles la vista y me han denunciado…--La asociación de los verdes, dicen que hemos de respetar todos los seres que tengan vida, sean animales o vegetales. Un árbol no se debe cortar porque sufre a su manera. Se debe pedir un permiso especial que puede durar de 2 a 5 años.-- Cuando he empezado a reunir las diferentes parejas de las diferentes especies, la Sociedad Protectora de Animales ha puesto el grito en el cielo, porque obligo a encerrarlos contra su voluntad.-- La Inspección de Trabajo me ha denunciado porque he puesto a mis hijos a trabajar sin darles un salario que va contra la dignidad del hombre; y lo más grave es que no he cotizado a la Seguridad Social.-- Para “arreglar” las cosas, el Fisco ha embargado mis bienes con pretensión de que intentaba una fuga de capitales.-- Las aduanas me han echado el ojo porque iba a pasar por la frontera a especies animales, como moquitos que podrían transmitir, el zika, el ébola y otras enfermedades peligrosas para la salud del pueblo soberano.”--
Apenas terminó de hablar Noé, las nubes se disiparon y un espléndido Arco Iris apareció en el cielo. Noé ante este espectáculo exclamó:- “¡Señor! Ya no vais a destruir el mundo?.
Y respondió Dios: “No hace falta. Los gobiernos con sus leyes democráticas se encargarán de hacerlo”.