Vamos a celebrar el día de la vida, con cierto escepticismo. Y aunque se van a ofrecer misas por la vida y la
Misa sabemos que tiene un valor infinito, en lo que se refiere al factor humano, la experiencia nos dice, que esas manifestaciones, una vez más, no servirán para eliminar esa ley abominable del del aborto.
A estas alturas, nadie ignora, que todos los partidos con representación parlamentaria, tanto nacional como regional, son abortistas, incluído el PP. Los populares aún con muchos más agravantes, dadas las leyes de ideología de género que están imponiendo donde gobiernan especialmente en la comunidad de Madrid.
¿Por qué nuestro escepticismo? Porque es evidente que todas estas asociaciones que se llaman provida, cuando llega la hora de emitir su voto (que en un sistema liberal como éste, es el arma que tenemos), al final siempre terminan votando al Partido Popular. Como si el aborto de PSOE fuera diabólico y el aborto del PP fuese cristianísimo.
¿Para qué cambiar la ley si al final siempre les votan? Hagamos un examen de conciencia riguroso para ver con claridad si ese comportamiento se ajusta a una conducta de moral objetiva.
