Se habla mucho en contra de España, a través de la leyenda negra. Vamos a presentar un caso que dice lo contrario.
Me contaba un sacerdote, misionero del Sagrado Corazón, que tenía un compañero, también sacerdote, holandés, que odiaba a España como no se puede uno imaginar. Había nacido, se había amamantado, crecido y vivido en el odio a España. Para este hombre eso era lo natural.
Pues bien; los superiores, he aquí, que consideraron oportuno enviarlo a las Islas Filipinas. Cuando este misionero, con su odio a cuestas, llegó allí y vio con sus propios ojos la obra que España había desarrollado a favor de los filipinos, a cambio de nada, se puso de rodillas en el suelo mirando a España, abrió los brazos en forma de cruz y pronunció esta hermosa frase. ¡Salve España! Se le cayó la venda que involuntariamente había llevado toda su vida.
Ricardo Pascual.
Me contaba un sacerdote, misionero del Sagrado Corazón, que tenía un compañero, también sacerdote, holandés, que odiaba a España como no se puede uno imaginar. Había nacido, se había amamantado, crecido y vivido en el odio a España. Para este hombre eso era lo natural.
Pues bien; los superiores, he aquí, que consideraron oportuno enviarlo a las Islas Filipinas. Cuando este misionero, con su odio a cuestas, llegó allí y vio con sus propios ojos la obra que España había desarrollado a favor de los filipinos, a cambio de nada, se puso de rodillas en el suelo mirando a España, abrió los brazos en forma de cruz y pronunció esta hermosa frase. ¡Salve España! Se le cayó la venda que involuntariamente había llevado toda su vida.
Ricardo Pascual.
Otros enlaces:
Cómo se exterminó la cultura española en Filipinas
Genocidio en Filipinas