martes, 30 de agosto de 2016

CARTA A UN SANITARIO "ESCRUPULOSO"

Por su interés para todo aquél que necesite información sobre cómo ejercer su derecho a la objeción de conciencia sanitaria, reproducimos aquí un creemos que clarificador artículo de Juan Manuel Molina Valdés:

Querido doctor, Querido enfermero, Querido auxiliar, Querido administrativo:
Querida doctora, Querida enfermera, Querida auxiliar, Querida administrativa:



Hoy has vomitado y tienes ganas de llorar. Te han presionado y has cedido. Has tramitado una orden llamada, para que suene bien, IVE; pero como tú sabes bien que es una pena de muerte, te has puesto a vomitar, llorar y sentirte muy mal.

Tu mejor colega te lo ha notado: “eso pasa las primeras veces, luego ni caes en ello”. Sí sobre todo cuando ves que ese hecho administrativo redunda en tu plus de “productividad”.


Ante la Ley del aborto, el médico 
¿debe quedarse de brazos cruzados?

Otro colega que lo ha notado, te ha dicho que te hagas “objetor de conciencia”, y que saben de un abogado que te meterá en un laberinto de recursos judiciales en vías contencioso administrativas que te llevarán hasta Estrasburgo, donde te darán la razón y condenarán al Reyno de España; pero que no servirá para mucho pues salvo que seas un terrorista y exista un plan político para negociar algo sucio, el Gobierno pasará de la Sentencia de Estrasburgo, ya que éstas no obligan al Estado condenado.

Te habrás gastado 30.000 euros, y tendrás a lo sumo un reconocimiento de que el Reyno de España no respeta el derecho de un ciudadano a la libertad de ideas. Y santas pascuas.

O sea: la máquina de matar indefensos sigue su macabro negocio. Y los indefensos, indefensos.

Mientras la Sociedad de Obstectricia y Ginecología haciendo negocio con los sistemas de cribado de criaturitas diagnosticables con síndrome Down, las sociedades Farmacéuticas negociando con los gobiernos la implantación de píldoras abortivas de preemergencia, y los Colegios de Médicos habilitando a los verdugos sanitarizados que trabajan en esos patíbulos que llaman clínicas abortistas.

En España, como en el resto de Europa, y Occidente (no digo China, Japón o la India) se mata con todas las de la Ley.

Y se mata porque los médicos tan amantes de tener en sus despachos el código de ese griego o de Maimónides, lo tienen sólo como decoración. A los médicos les trae sin cuidado el cuento de los niños muertos, pues salvo para el que los mata, oponerse al aborto no da dinero.

Por eso -querido sanitario- que hoy has llorado y vomitado, porque te has sentido sucio al recetar un abortivo, por derivar a una mujer a que le maten al hijo que lleva en las entrañas con tu firma de “no juez”.

¿Meterte a objetor de conciencia? para ganar tu derecho a no derivar abortos, mientras no impidas el derecho de otros iguales a ti a derivarlos. O sea, que maten otros pero yo no.

Pudiera ser lícita la solución que te proponen de echarte a objetor; pero es insuficiente. Y lo sabes. Echarte en manos de un abogado para que diga a unos jueces algo que tú (que es tu oficio) no dices a tu colegio de médicos, a la sociedad de ginecólogos, a la sociedad de farmacéuticos, enfermeros o sencillamente al sindicato.

Y qué es lo que debo decir: que matar no es mi oficio.

Efectivamente puedo matar con las herramientas y pócimas que manejo, pero no debo. Ya que solo puedo hacer uso de ellas para proteger la vida de los individuos que me son encomendados, acortar sus padecimientos, y proporcionar en la medida de mis posibilidades felicidad.

Que no participo en materia de aborto pues en todo aborto hay uno que mata, y no quiero ser yo; otro que muere y una que sufre.

O sea querido sanitario que hoy lloras o ¿te quieres echar a objetor?.

De objetar nada: a la cara y si cortarte un pelo “que ese no es mi oficio”, y si tu gerente te recorta en derechos en vías administrativas; por la vía penal pones una denuncia contra él por coacciones.

O sea hay que ir a la vía penal. Sin perjuicio de recurrir la sanción que te hayan impuesto. Que ya te diré, cómo proceder,

Y si no sabes, no precisas abogado. Tú eres un profesional que no debes ser coaccionado para perjudicar a un tercero por diminuto que sea. Y cuando precises abogado  en el momento procesal, ya te diré cómo conseguirlo sin que te cueste un duro.

Ánimo valiente.

Siempre tuyo y a tu servicio

Juan Molina

Defensor del Sanitario

(no soy abogado, soy guerrero)


NOTA: si te dicen que tienes que hacerlo porque lo dice la Ley, de mi parte les dices que son los jueces quienes interpretan las leyes y que en caso de dudas tú no ejecutas a nadie por que no es ese tu oficio. Si te sancionan: mejor, inmediatamente denuncias por coacciones. ¿hay duda? me llamas.

REFERENCIAS POR LAS QUE PUBLICO ESTA ENTRADA:

Me han pasado esto, que me ha parecido interesante:

Sobre un caso de objeción de conciencia ganado en Andalucía.

Te lo envío pues recuerdo que me comentaste, según entendí, que en general los casos de médicos que trataban de defender su derecho a la objeción de conciencia por vía judicial, ninguno había ganado y que en cambio los que lo habían planteado por vía administrativa como un asunto no en términos de objeción de conciencia, sino en términos de competencias profesionales habían ganado.

Si es así, este caso supongo que debe ser la excepción.

Un cordial saludo,

Para todo aquél que necesite contactar con Juan Manuel Molina Valdés, su e-mail y nº de teléfono están en el siguiente artículo.