miércoles, 25 de octubre de 2017

LA HISTORIA Y LA PATRIA TE JUZGARÁN

Manifiesto del Coronel José María Manrique Publicado en La Tribuna de Cartagena:

Manifiesto ante el asesinato de la Patria

En estas horas claves de la destrucción de España quiero descargar mi conciencia y salvaguardar mi honor. Quiero proclamar que la traición de lesa Patria del Jefe de Estado, del Presidente del Gobierno, del Poder Judicial, de las Fuerzas Armadas y de la Conferencia Episcopal (connivente con el aborto, las leyes de género, las herejías y el separatismo), al menos en su conjunto, rompen los nexos de lealtad y obediencia que les unían con los españoles y delimitan dos campos irreconciliables: quienes comparten la traición y los que no. Yo soy de los proclaman la traición y luchará contra los traidores, y así lo manifiesto pública y rotundamente.


La revolución desatada en Cataluña, cuyo punto álgido ha sido el referéndum seguido de la proclamación de independencia en el Parlamento Catalán, es el culmen de un proceso subversivo-revolucionario que viene muy de lejos.
Una revolución sustentada en las viejas y trascendentes protestante, francesa y soviética, las cuales, como todas intermedias del siglo XIX, han sido impulsadas en su lucha contra el trono y el altar, contra la Patria y contra Dios (religión católica), por la plutocracia sionista, especialmente la asentada en las naciones sajonas. Es fruto, subversivo, de la “democracia que nos hemos dado a nosotros mismos” tras el magnicidio de Carrero y la ilegal Constitución secesionista de 1978 nacida sin proceso constituyente; una constitución, por cierto, que incluyó el término “nacionalidades” por los compromisos masónicos contraídos en el “contubernio de Munich” en 1962, según afirmaron los senadores Villar Arregui (PSOE) y González Seara (UCD) durante los debates parlamentarios de su aprobación. Una revolución acelerada por el falso “atentado islamista” del 11-M y el más reciente del 17-A y que ha llevado a la Pre-Arranged Battle del referéndum. Una situación amañada por conciliábulos masónicos peores que los de Ayacucho y todos los combates traidoramente condicionados del 98 (la batalla de Manila es conocida así por los yanquis). Y puede ser la definitiva.

Y nuestra reacción conjunta prácticamente nula, especialmente la de las Instituciones del Estado. La mayoría traga el burdo engaño y lo apoya al no atacar a los verdaderos culpables, que más que en Barcelona están en Madrid, y a las fuerzas que les someten e impulsan.

Ante esta situación, mi fidelidad es para España y en su defensa me encontrarán todos los que se posicionan o posicionen permitiendo o impulsando, por acción u omisión, la ruptura de España; del rey abajo, todos, sin que cuente origen, formación, academia, promoción, afinidad, familia, creencia “formal” o situación social.

¡Arriba España! ¡Dios guarde a España!

José María Manrique, quien en 1968 juró Bandera e ingresó en el Ejército Nacional de España.

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