domingo, 29 de octubre de 2017

29 OCTUBRE 1933: JOSÉ ANTONIO FUNDA FALANGE ESPAÑOLA

Es una pena que en los colegios se estudie a Karl Marx y se omita a José Antonio y se dice algo de éste, sea para denigrarlo. Marx despreciaba sobremanera a los trabajadores, por el contrario, José Antonio, soñaba con redimirlos de su miseria económica y por qué no decirlo, también de la moral. “El hombre portador de valores eternos”. Esta frase, por sí sola, ya comprende toda una filosofía y hasta una teología de forma de vida.

SObreimpresa a la placa la imagen de José Antonio (texto placa más abajo)

José Antonio hincó su pensamiento en las entrañas de España, en su cultura, en su historia, y las sostuvo valientemente hasta dar su vida por ellas, con una muerte martirial, serena, humilde, católica. Y se transfiguró históricamente en vida, estímulo y vigilante aspiración de España.

Traemos a colación su crítica al Estado y a los partidos políticos. Dice así:


“Algunos conciben al Estado como un simple mantenedor del orden, como un espectador de la vida nacional, que sólo toma parte de ella cuando el orden se perturba, pero que no cree en ninguna idea determinada. Otros aspiran a adueñarse del Estado para usarlo, incluso tiránicamente, como instrumento de los intereses de su grupo o de su clase.


Falange Española no quiere ninguna de las dos cosas: ni el Estado indiferente, mero policía, ni el estado de clase o grupo. Quiere un Estado creyente en la realidad y en la misión de España. Un Estado que, al servicio de esa idea, asigne a cada hombre, a cada clase y a cada grupo, sus tareas, sus derechos y sacrificios. Un Estado de TODOS, es decir, que no se mueva sino por la consideración de esa idea permanente de España; nunca por la sumisión al interés de una clase o de un partido.


Para que el Estado no pueda nunca ser de un partido hay que acabar con los partidos políticos. Estos se producen como resultado de una organización política falsa: el régimen parlamentario.


En el Parlamento, unos cuantos señores dicen representar a quienes los eligen. Pero la mayor parte de los electores no tienen nada en común con los elegidos: ni son de las mismas familias ni de los mismos municipios ni del mismo gremio. Unos pedacitos de papel depositados cada dos o tres años son la única razón entre el pueblo y los que dicen representarlo.


Para que funcione esa máquina electoral, cada dos o tres años hay que agitar la vida de los pueblos de un modo febril. Los candidatos vociferan, se injurian prometen cosas imposibles. Los bandos se exaltan, se increpan, se asesinan. Los más feroces odios son azuzados esos días. Nacen rencores que durarán acaso para siempre y harán imposible la vida de los pueblos.


Pero a los candidatos triunfantes, ¿Qué les importan los pueblos? Ellos van a la capital, a brillar, a salir en los periódicos y a gastar su tiempo en discutir cosas complicadas que los pueblos no entienden.


¿Para qué necesitan los pueblos esos intermediarios políticos?¿Por qué cada hombre, para intervenir en la vida de su nación, ha de afiliarse a un partido político o votar candidaturas de un partido político?


Todos nacemos en UNA FAMILIA. Todos vivimos en UN MUNICIPIO. Todos trabajamos en UN OFICIO O PROFESIÓN. Pero nadie nace ni vive, de forma natural, en un partido político.


Un Estado verdadero, no estará asentado sobre la falsedad de los partidos políticos, ni sobre el Parlamento q ellos engendran. Estará asentado sobre las auténticas realidades vitales: LA FAMILIA, EL MUNICIPIO Y EL GREMIO O SINDICATO.

Así, el nuevo Estado habrá de reconocer la integridad de la familia como unidad social, la autonomía del municipio como unidad territorial, y el sindicato, el gremio, la corporación, como bases auténticas de la organización total del Estado”.

( 7 diciembre 1933)


*Texto de la placa que se ve en la imagen superior:

"El 29 de octubre de 1933, aquí en el Teatro de la Comedia, José Antonio convocó a la juventud española para una ilusionada empresa de entrega, de pasión y de sacrificio por una patria mejor. Al grabar en letras de bronce la memoria de aquel acto, el Ayuntamiento de Madrid cumple con fidelidad y con honor el dejar constancia de la fecha fundacional de Falange Española."