sábado, 28 de enero de 2017

HAGAMOS ELOGIO DE LOS HOMBRES DE BIEN

“No te desvíes de la Verdad por seguir el parecer de la mayoría.” “Amad la Justicia los que gobernáis la tierra; pensad rectamente del Señor y buscadle con sencillez de corazón.”
En este tercer aniversario del fallecimiento de nuestro presidente de honor, D. Blas Piñar López, (28 enero 2014) hacemos referencia a estos párrafos de la Sagrada Escritura, pues así conformó su vida. Nunca se apartó de los caminos del Señor, ni participó en las asambleas de los impíos y tortuosos.
Mas, él, sí fue objeto de la conjura de los impíos y de los necios. Creo que pocos hayan sufrido en sus carnes tantos insultos, ni tantas calumnias, como tuvo que aguantar durante su vida. Y lo que es peor, aquellos maestros del espíritu, que lo llamaban para todo, de la noche a la mañana, le torcieron el gesto y llegaron a decir que eran más católicos los comunistas que los hombres y mujeres que seguían a Blas Piñar.
No era el politiquero de turno que estamos acostumbrados a ver. Su entender de la política estaba trascendido de una alta teología y por eso  cuando hablaba no dejaba indiferente a nadie.
Estamos acostumbrados a ver el Parlamento, la mayoría de las veces, semivacío; cuando intervenía él, inmediatamente se llenaban los escaños.
Le preguntaron a Alfonso Guerra quién era el mejor parlamentario en el Congreso de los Diputados y no dudó en decir: ¡Blas Piñar!
No queremos vivir de la nostalgia pero sí es justo hacer elogio de los hombres de bien. Que su doctrina y su ejemplo de vida sean para nosotros acicate para caminar por las sendas que él nos mostró.  Y estas letras sirvan de homenaje y cariño en el día de su nacimiento a una vida mejor, en las Moradas Celestiales.

Blas Piñar  ¡Presente!  Y digamos con él: ¡Viva Cristo Rey! ¡Arriba España! ¡Adelante España!