“No te desvíes de la
Verdad por seguir el parecer de la mayoría.” “Amad la Justicia los que
gobernáis la tierra; pensad rectamente del Señor y buscadle con sencillez de corazón.”
En este tercer aniversario del fallecimiento de nuestro presidente
de honor, D. Blas Piñar López, (28 enero 2014) hacemos referencia a estos párrafos
de la Sagrada Escritura, pues así conformó su vida. Nunca se apartó de los caminos
del Señor, ni participó en las asambleas de los impíos y tortuosos.
Mas, él, sí fue objeto de la conjura de los impíos y de los
necios. Creo que pocos hayan sufrido en sus carnes tantos insultos, ni tantas
calumnias, como tuvo que aguantar durante su vida. Y lo que es peor, aquellos
maestros del espíritu, que lo llamaban para todo, de la noche a la mañana, le
torcieron el gesto y llegaron a decir que eran más católicos los comunistas que
los hombres y mujeres que seguían a Blas Piñar.
No era el politiquero de turno que estamos acostumbrados a
ver. Su entender de la política estaba trascendido de una alta teología y por
eso cuando hablaba no dejaba indiferente
a nadie.
Estamos acostumbrados a ver el Parlamento, la mayoría de las
veces, semivacío; cuando intervenía él, inmediatamente se llenaban los escaños.
Le preguntaron a Alfonso Guerra quién era el mejor
parlamentario en el Congreso de los Diputados y no dudó en decir: ¡Blas Piñar!
No queremos vivir de la nostalgia pero sí es justo hacer elogio
de los hombres de bien. Que su doctrina y su ejemplo de vida sean para nosotros
acicate para caminar por las sendas que él nos mostró. Y estas letras sirvan de homenaje y cariño en
el día de su nacimiento a una vida mejor, en las Moradas Celestiales.
Blas Piñar ¡Presente!
Y digamos con él: ¡Viva Cristo Rey! ¡Arriba
España! ¡Adelante España!