martes, 15 de marzo de 2016

INGENUOS O CÓMPLICES

     Se  cumplió hace mucho tiempo “la profecía” de Alfonso Guerra que “en veinticinco años, a España no la iba a conocer ni la madre que la parió” y aquello del alcalde de Jerez, Pedro Pacheco, que “la justicia es un cachondeo”.

    Nos entristece esta situación pero no nos extraña. Recordamos al Parlamento español puesto de pie en 1977, aplaudiendo la amnistía para los terroristas, algunos de los cuales volvieron a asesinar. Amnistía que pedían como energúmenos los mismos que hoy se lamentan incluidas algunas altas jerarquías eclesiásticas.

    Recordamos a Felipe González gritando en el polideportivo de Bilbao: “Gora Euskadi Askatuta”. Al también socialista Chiqui Benegas, portando una pancarta que decía: “Independentzia”. Al que fuera Ministro de defensa Narcís Serra: “Me encontraba como matando a un guardia civil”. Y en muchos otros aquello de: “ETA, mátalos”. También a aquel aspirante a presidente de gobierno, miembro de la extinta UCD diciendo: “El terrorismo ya no tiene justificación”.

    Sobra la palabra “ya”. Y en este ya, está la explicación de todo. Quiere decirse que el terrorismo, establecida la democracia, ya no tenía razón de ser, lo que significa que anteriormente, contra Franco, sí la tenía. Hipocresía pura y dura.

    Y es que pensaban, o mal pensaban, que ETA luchaba contra el franquismo y por las libertades, y en este caso el terrorismo estaba justificado. No querían enterarse de sus manuales escritos en precioso castellano: “Guerra de Euskadi contra España”. Y en eso está ETA y su entorno. Ni contra el franquismo, ni por la democracia (si es que se puede considerar a esto democracia), ni por las libertades. Su lucha ha sido siempre contra España; en guerra permanente contra España. Y a la guerra no se responde como han respondido los distintos presidentes de gobieno de España. ¡De vergüenza!