domingo, 22 de noviembre de 2015

JUDAÍSMO, ISLAM Y CRISTIANISMO

    Un estudio de todas las religiones puede llevar a ver de qué manera las religiones no cristianas están en posesión de verdades religiosas naturales, mezcladas con muchas creencias erróneas y falsas y con prácticas rechazables. Los datos negativos de estas religiones, los extravíos del hombre en su búsqueda de Dios, están ausentes en el cristianismo.

   Existe una diferencia esencial en los fundadores no cristianos con respecto a Jesús. Cristo, ofrece las pruebas de ser el Hijo de Dios: “Voy a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios.

   Los fundadores del resto de las religiones, tienen la experiencia personal del pecado, y sienten la necesidad de expiación. Sólo Jesús, Dios y Hombre puede preguntar: “¿Quién me argüirá de pecado?” Las religiones fundadas por hombres parecen obedecer sólo al anhelo del corazón humano. Jesús comunica las palabras que ha oído del Padre y cumple la misión que le ha sido confiada en el seno de la Trinidad.

   Cristo muestra de manera definitiva la imagen del Dios Uno y Trino cuando ordena la predicación a sus apóstoles: “Id y enseñad a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo.

   Cuando se habla de las religiones monoteístas, judaísmo, islam y cristianismo, y se dice que adoran al mismo Dios, hay que hacerse varias preguntas. La promesa de Abraham queda cumplida cuando nace Cristo. ¿Dónde lo colocamos en el judaísmo? “Quien no honra al Hijo, no honra al Padre que le ha enviado.” (S. Juan, cap. 5, vers. 23). Y “Quien niega al Hijo no tiene tampoco al Padre.” (S. Juan, 1ª, cap. 2, vers. 23).

   Respecto del islam, en el seno de la Trinidad, ¿dónde colocamos a Alá? Y ¿dónde a la Virgen? ¿Acaso no es Madre de Dios por “gratia unionis” y Madre de los hombres por “gratia capitis” y está unida por la unión hipostática a la Santísima Trinidad?

   Referente a la doctrina, ¿cómo puede el mismo Dios permitir la poligamia en el islám y una mujer única en el cristianismo y exigir castidad incluso dentro del matrimonio? “El que repudiare a su mujer y se case con otra, comete adulterio y si la repudiada se vuelve a casar, también comete adulterio.” (S. Mateo, cap. 19, vers. 9 y S. Marcos, cap. 10, vers. 11 y 12).

¿De verdad adoramos al mismo Dios?

Ricardo Pascual