AES denuncia el secretísimo y la falta de transparencia en la negociación del acuerdo económico entre la UE y los EEUU. AES entiende que el Tratado supondrá importantes recortes en nuestra soberanía.
AES quiere sumarse a las denuncias de opacidad, pese a la importancia que va a tener para los ciudadanos y los Estados, con las que se ha realizado la negociación y la toma de acuerdos a la hora de concretar el Tratado Trasatlántico de Libre Comercio (TTIP) entre la UE y los EEUU.
AES quiere resaltar la maniobra, ante las muchas dudas y objeciones que despierta el Tratado, para hurtar al Parlamento el debate sobre el acuerdo ante el temor de que, pese a que la declaración final no sea en modo alguno vinculante, se produjera un rechazo a la propuesta de la Comisión Europea, que en la práctica ha quedado aplazado sin fecha dada el próximo cierre del periodo de sesiones.
AES quiere destacar que este Tratado, enmascarado por sus teóricos beneficios económicos al crear un área libre para más de 800 millones de personas, conlleva posibles cambios normativos que van más allá de lo puramente económico y que no son suficientes las garantías de palabra con las que la Comisión lo defiende.
AES, en función de lo que se ha difundido del proyecto de Tratado, estima que de hecho va a afectar a la soberanía de los Estados; que la armonización de normativas puede conducirnos a un recorte de los derechos sociales y a cambios negativos para los trabajadores en los marcos laborales; al mismo tiempo es inadmisible, por lo que encierra de pérdida de soberanía, la aceptación del denominado mecanismo ISDS hecho para proteger y favorecer los intereses de las multinacionales frente a los Estados que ahora tendrán un enorme poder de presión.
AES estima que con las maniobras de pasillo, los acuerdos entre grupos a instancias del bloque conservador-liberal, con la fragmentación del bloque socialista, y la falta de trasparencia se busca evitar un debate público tanto en el Parlamento Europeo como en las cámaras nacionales, para poder así cantar unas teóricas bondades que van a quedar contrarrestadas por la letra pequeña del Tratado.
