Que estamos ante una crisis moral y de valores o mejor dicho
de virtudes, lo constatamos en las declaraciones del presidente riojano y
miembro de la ejecutiva nacional del PP Pedro Sanz. Decía que “no había que
despistarse en cosas secundarias como el aborto y que lo importante era
centrarnos en cómo salir de la crisis económica.”
¿Cómo vamos a salir de ella?: creando empleo. ¿Quién crea
empleo?: las empresas. ¿Qué necesita una empresa?: técnica, capital financiero
y otro capital más importante que el anterior: capital humano, es decir, el trabajador;
entendiendo que éste es el principal activo de una empresa. No es, algo, una
cosa, un objeto, un pasivo empresarial.
Siendo el hombre (al decir hombre me refiero también a la
mujer) el principal activo de la empresa habrá que dejarle nacer y desarrollarse y así poder
reponer a los que por ley natural vayan dejando de trabajar.
De ahí que sea verdad “que no hay que distraerse con cosas
como el aborto”, pero en sentido contrario de lo que nos marca Pedro Sanz.
Estas letras son puro utilitarismo. Faltan los argumentos
morales y biológicos que los dejamos para otra vez pues creemos que no los
entendería nuestro ínclito presidente.
¡Ah!, los próvida calladitos y la jerarquía eclesiástica también.
Fuera del sistema hace frío y no hay subvención.